El arquero referente del Deportivo Las Grutas, Javier Faldaño, pasó por los micrófonos de Marea Deportiva tras su anuncio que dejaría de jugar al fútbol. También, hubo lugar para contar sobre sus inicios, anécdotas, gustos y más.
“No pensé que la publicación que hice sobre dejar de jugar iba a traer repercusión. Ya lo venía pensando desde mitad del año pasado porque los resultados no acompañaban y no había compromiso, no mía sino de varios chicos. Entonces eso hizo que me hiciera mala sangre y dije paro, mínimo un año”, comenzó hablando Javi.
Recordando sus inicios, el arquero mencionó su referente en las ganas de atajar y quienes le dieron la oportunidad en el arco. “Quise ser arquero porque siempre vi al “pato” Abbondanzieri. Me acuerdo del primer llamado de Pacheco para empezar a atajar cuando tenía 11 años para un Mundialito. “Tito” me hizo debutar en un amistoso con 16 años en primera donde enfrentamos a Las Grutas. Luego en 2015 me llamó el “gallego” González para jugar en el Depo”.
Ante la pregunta del título más disfrutado, Javi mencionó la primera liga ganada por el Club Las Grutas a fines del 2015. “El título que más disfruté es el del 2015, era la primera vez que la naranja salía campeón con un lindo grupo que le ganamos la final a Talleres por penales. Cada vez que jugábamos de local la cancha explotaba de gente, el día de la primera final íbamos en caravana con más de 50 autos. Cuando ganamos Las Grutas era un mundo de gente, salimos del cuartel de bomberos te chocabas en los delfines de la entrada con todos”.
“En la decisión de dejar de jugar vino acompañado de muchas cosas, entre ellas el partido en el Federal con Regina tuvo mucho que ver. Siempre remarco que en 20 años jugando nunca me habían expulsado y la primera roja la vi contra Ferro en el empate 2 a 2. Entré al vestuario llorando, los chicos estaban contentos porque de un 2 a 0 lo habían empatado y yo estaba destruido”.
¿Volver a jugar?
“Todo lo que es relacionado al fútbol lo voy a dejar, en eso entra dirigir, barrial y demás. Hablé con mi papá y mi hermano que son los más futboleros y les contaba que hace mucho que no tenía un fin de semana tranquilo, de agarrar el auto e ir a Neuquén a visitar familiares, ver a Boca y demás. La última vez que jugamos con Sierra había ido a ver el superclásico, y el sábado luego del partido viajé toda la noche para jugar. Entonces no vi el mismo esfuerzo que hacía yo en otros compañeros que capaz que vivían cerca del club y no iban a entrenar o llegaban tarde”.
“Cuando salieron varios chicos del club, casi la mitad del equipo campeón, presentía que nos podía ir mal, aunque teníamos jugadores para competir, pero al final no hubo compromiso”.
“Estoy muy tranquilo con la decisión, hice bien, no tengo el compromiso de salir de trabajar e ir a entrenar. Cuando hice la publicación tuve un intercambio de mensajes con “pato” Pray y le dije que algún día teníamos que volver a Ferro. Hablando con mi familia primeramente era un año que me iba a tomar, ahora podrían ser 6 meses. Tal vez me va a pasar que cuando vaya a ver al Depo me van a dar ganas de jugar, eso pienso ahora, vamos a ver en el momento cuando llegue”.
